El Rey Uther Pendragon ha convocado a su ejército a la entrada de la ciudad de Salisbury, durante los primeros días del verano. El Conde Roderick acude junto con sus caballeros, incluidos los recién nombrados Sir Augusto, Sir Brudwin, Sir Edward y Sir Godfrey, acompañados por otros caballeros mas experimentados como Sir Elad y Sir Amig, que comanda el grupo al que los nuevos caballeros han sido asignados, y Sir Gauter, con el que parece que los recien nombrados caballeros hacen buenas migas.
Sir Gauter también es miembro de la unidad liderada por Sir Amig, junto con los nuevos caballeros y 5 caballeros vasallos de Tilshead conforman toda la unidad.
Ha habido un hecho bastante destacable sobre el que se ha rumoreado los últimos días, algunos de los vasallos del Rey Uther no han acudido a la llamada del Pendragon. Entre ellos el mas destacado es el Duque Gorlois, de Cornwall. También se rumorea que el Rey Uther es un rey fiel a sus hombre y a su palabra, prometió al Duque Ulfius, uno de sus mas fieles vasallos, ayudarle contra los Sajones de sus tierras, comandados por el Rey Aelle, y a acudido con gran parte de su ejército.
El Duque Lucius tampoco ha acudido a la convocatoria, el Rey Uther le dio otras premisas, acudir con sus hombres cerca de Maldon, donde al parecer el otro Rey sajon, Aethelswith había desembarcado y estaba realizando actos de pillaje.Durante la mañana ha estado lloviendo intermitentemente, nada demasiado pesado, tan solo lluvia ligera, casi hasta se agradece el refresco… así que los caballeros dedican la mañana a preparar sus armaduras, armas, la lanza de batalla, el caballo de guerra…
Sir Gauter aprobecho la mañana para hablar con el Conde Roderick y solicitarle comandar un batallon, Roderick valoro su disposicion, pero le inico que aun era joven, y que antes de nada deberia contraer matrimonio y dejar un heredero.
Suele haber otro inconveniente que impongo a los que son escogidos para abanderar mis estandartes en las batallas, deben haber contraído matrimonio y tener descendencia… y si es un varón, como mi pequeño Robert, para que pueda hacerse cargo de las tierras en caso que, nuestro señor no lo quiera, su padre no volviese, mucho mejor. – El Conde Roderick –
Sir Godfrey se dedico a alimentar su espiritu orando y conversando con el padre Tewi mientras que Sir Augusto, con su habitual desconfianza, «charlaba» con su nuevo escudero intentando comprobar su lealtad.
El trote de varios caballos y las voces del Príncipe Madoc instando a la formación del ejercito delante del campamento, hacen que los batallones comenzasen a organizarse velozmente. La compañia de los caballeros comienza a montar con bastante celeridad. El batallon de Sir Amig es uno de los que atacan en vanguardia. Sir Edward y Sir Brudwin ya están montados cuando comienzan a llegar el resto de sus compañeros, Sir Gauter, que apenas le faltaban unos metros hasta llegar a su caballo, subio a el agilmente y se mostro impaciente por formar, Sir Godfrey salio corriendo de la capilla, santiguándose y subiendo a la grupa de su montura en silencio, y finalmente, Sir Augusto, aparecio por entre las telas de la tienda que usan para dormir justo cuando los caballeros se preguntaban si todas las historias que habían oído sobre la familia de Sir Augusto serian ciertas, unos pasos detrás de el aparecio Neville, su joven escudero, con un claro gesto de desconcierto.
¡ Arriba valientes ¡ ¡ El Rey Uther os reclama ¡ ¡llega el momento de enseñar a esos perros sajones de que esta hecho el acero de Logres! – el principe Madoc alentando a las tropas –
Una lluvia ligera, intermitente, ha acompañado al ejercito del rey Uther durante toda la marcha. La compañia de los caballeros estbaa en el regimiento de vanguardia, Sir Amig es quien porta el estandarte. La marcha es lenta, pero no tardan mucho tiempo, apenas una hora, en llegar a su destino. el llano de Mearcred Creek. El ejercito, siguiendo las ordenes de los comandantes comenzo a formar en hileras. A lo lejos, a unas millas de distancia, podian distinguir claramente el ejercito sajon. El tamaño del ejercito sajon no era muy diferente al de los caballeros. Sir Amig los mira desafiantes. Un grupo de ellos recorre las hileras de la vanguardia.
Debe tratarse del cobarde de Aelle intentando que sus tropas no se caguen de miedo– dice Sir Amig.
Los que tenian la vista mas aguda pudieron ver como uno de los sajones corria sobre un caballo marron, ligeramente mas adelantado que el grupo de mando. Una larga cabellera roja salta al compas del trote del caballo y numerosas pieles marrones cubren su cuerpo. Era el Rey Aelle.
Los salvajes tenian un mínimo de organización. Colocaron sus líneas, con una vanguardia de hombres a pie, el Rey Aelle parece que tiene un plan. Pero el ejercito de Logres estaba a las ordenes del Rey Uther Pendragon.
Los caballeros nunca le habian visto en persona. Su caballo parecia tronar en lugar de trotar. Paseaba por delante de sus tropas, mirándoles desafiantes espada en mano. Herbia la sangre, es el Rey por el que tantas veces habian luchado en su nombre, por el cual su sangre y la sangre de sus amigos ha regado la tierra, el rey que les daba fuerza y aliento para combatir por su tierra.
Su voz, ronca, ladro a través de todas las hileras del ejercito.
¡ Caballeros y soldados ¡ . Hoy vuestras armas darán fuerzas a Logres. Esos perros sajones quieren quitaros lo que es vuestro. Quieren criar a vuestros hijos, acostarse con vuestras mujeres y acabar con vuestros padres. Quieren comer en vuestro plato y beber el vino de vuestras bodegas. Hoy creen que van a poder hacerlo, que al acabar la batalla podrán avanzar unas millas para seguir robando y acabando con nosotros. Yo digo ¡NO! , hasta aquí habéis llegado perros , nuestros padres , y los padres de nuestros padres han luchado para expulsaros de nuestras tierras, y hoy… este dia de verano… será el primer dia que marque vuestra caída. No pararemos hasta que os empujemos al mar negro del que hayáis salido ¡ LOGRES ¡ – ese ultimo grito desgarrador parece ser el grito que da la orden de carga puesto que todos los comandantes de unidad de vanguardia (entre ellos Sir Amig) os da la señal de carga….
Sir Amig salto como un resorte cuando escucha el grito de batalla del Rey. Miro hacia el Conde Roderick mientras no para de gritar ¡LOGREEEEEEES! ¡PENDRAGON! , todos los caballeros empezaron a sentirse invadidos por el nerviosismo que suele preceder a un combate. Esto es lo que habían esperado tanto tiempo.
¡Caballeros ¡ ¡ lanzas arriba ¡ las leyendas se construyen en días como hoy ¡TILSHEEEEAD! – Gritaba sir Amig mostrando su lanza y espoleando su caballo junto con el del resto de la formación galopando hacia la primera línea de los sajones
La primera carga sobre los sajones fue brutal. El grupo de caballeros liderado por Sir Amig, fue el primero en atacar, adelantando al resto de batallones, Sir Brudwin fue el primero en atacar, en algún sitio, Uther reia orgulloso, Sir Brudwin arroyo al primer sajon que se encontro, hiriéndolo y derribándolo con su lanza, pero no paro hay, el joven caballero parecia imbuido por una furia salvaje, que hizo que el sajon que estaba detrás del que acababa de derribar, se afianzara fuertemente en el suelo, aunque de poco le sirvio, porque vio como la lanza del caballero atravesaba abruptamente su escudo y se clavaba profundamente, desgarrándole todo un costado. Lo último que vio fue su pantalón empapado de su propia sangre. Justo a continuación, a tropel ha entrado en resto de caballeros causando una masacre entre el grupo de sajones, Sir Godfrey atraveso a uno de sus enemigos por el pecho, y lo arrastrao varios metros, hasta que finalmente, lo dejo clavado en el suelo, Sir Gauter golpeo a otro en la cabeza con un elegante golpe que hizo que la cabeza sajona se despegara de su cuerpo y volase hacia detrás dando vueltas, el ataque de sir Edward no fue menos espectacular, al final de la carga se levanto sobre su silla y ha clavo su lanza en la pelvis de uno de los salvajes y mientras su cuerpo caía, el caballero era capaz de recuperar la lanza intacta del vientre del cadáver, el punto negro lo puso Sir Augusto, que apenas rozo la cabeza del sajon al que cargaba, después de que este partiera la lanza con su escudo.
El resto de la batalla transcurrio con los caballeros, liderados por Sir Amig, luchando valientemente contra los sajones, que hicieron caer a Sir Brudwick, pero a quien los escuderos Ausel, Melian y Rodar, ayudaron a seguir luchando, para luego ser protegido por el resto de su unidad que acudio a su rescate.Con el ultimo rayo de luz de la tarde los ejercitos se repliegan. La batalla ha terminado. El Rey Uther da las gracias a su ejercito por defender su tierra con la pasion que lo ha echo y pide unas oraciones por los caidos. La luz anaranjada ilumina el trabajo de los escuderos, cogiendo los cuerpos de los caballeros del campo de batalla. No ha sido una derrota, pero tampoco ha sido una victoria. No hay botin que repartir. Solo la gloria de haber participado en la batalla. Los heridos visitan a los monjes, para que les auxilien durante el camino de vuelta al hogar, de vuelta a Sarum.
El Conde esta contento con como han luchado los recien nombrados caballeros, el Rey Uther en persona ha alabado la valentia de sus caballeros, y ha pedido que combatan en su batallon en la proxima batalla en lugar de en la vanguardia. Sir Amig se reune con otros de los brillantes caballeros del conde, Syr Lycus, que suele acompañar al conde, un caballero muy diestro, obediente y leal, en la corte no hay duda de que es el quien mas enemigos del Conde ha matado de entre todos sus caballeros, el grande Sir Bag, tan grande y fuerte como lento, y Sir Leo, quizas el mejor caballero de la corte, aquel de las virtudes mas rectas. Todos ellos os han alabado y expresan su deseo de luchar junto a los valientes caballeros en proximas ocasiones.
Los caballeros vuelven a casa con la cabeza bien alta.
Unos dias despues se reciben noticias de otra batalla que se produjo en Maldon (Colchester).
El Rey Aethelswith realiza una incrusion maritima desde Kent, parte en una corta travesia maritima con su ejercito y algunos guerreros del Rey Hengest. Toma tierra cerca de Maldon, y realiza muchos y salvajes actos de pillaje hasta que aparece el Duque Lucius con su ejercito al sur de Colchester. El combate es feroz, pero los sajones prevalecen y el Duque tiene que retirarse a Colchester. Los Britanicos huyen hacia el bosque de Quinqueroi, pero son perseguidos y cientos de ellos acaban como esclavos.
Un resultado incierto en Mearcred Creek y la derrota de Coulchester no son buenas noticias para el rey Uther.
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